Este libro nos muestra como se refleja en el ámbito educativo los cambios de la sociedad actual. Las nuevas tecnologías han dado lugar a un nuevo paradigma educativo.
La relación de comunicación-educación busca la manera de
encontrar un espacio en las políticas públicas como reflejo de la nueva
sociedad, la era digital. Se busca un espacio acotado, transparente, diseñado
para la búsqueda de datos concretos (aunque enmarcados por información
ilimitada). Este tipo de aprendizaje colaborativo está basado en la expresión
de Pierre Lévy "inteligencia colectiva" donde todos aprendemos de
todos. Estos planteamientos de acción grupal surgen al unísono con los avances
tecnológicos, son más bien una necesidad de adaptación a la nueva sociedad, un
nuevo entendimiento. El principio de igualdad está presente entre la relación
de emisor-receptor ó receptor-emisor. Prima el ente individual, cada ser humano
es único e irrepetible. Por tanto, su experiencia y sus conocimientos son
valorados, dignos de ser compartidos con el resto de la humanidad. Se genera el
ideal que Huergo[1] denominó
"libertad de palabra" (Aparici, 2010:130).
Me ha resultado muy interesante la explicación que se expresa en el libro "el hilo de Ariadna", la solución a la "garantía de una educación digna y de calidad" no se encuentra sólo en los aspectos materialistas de la sociedad:
"Hoy se tiende a reducir los problemas de la educación a factores económicos de tipo cuantitativo: «más escuelas», «menos alumnos por aula», «menos materias en el programa», «más contenidos fundamentales»... se intenta reformar la escuela desde estos parámetros buscando un fatuo concepto de «calidad» que en ocasiones puede quedar degradado a la orientación velada del look, del decorado, de la imagen y no realmente hacia lo sustancial. Podemos incluso llegar a un callejón sin salida: «No se pue- de reformar la institución sin haber reformado previamente los espíritus, pero no se pueden reformar los espíritus si no se han renovado previamente las instituciones» (Morin, 2000: 129)" (Correa García, R.I. y otros, 2002: 188).
El sociólogo Paulo Freire ya en los años sesenta nos aporta una idea más
horizontal que afronta la educación desde una perspectiva dialógica, en la que
el aprendizaje no es responsabilidad única de los profesores. El aprendizaje es
el resultado de la colaboración de miembros de las familias, profesionales de
diversos ámbitos, otros profesores, ... El aprendizaje unidireccional
(vertical) de profesor-alumno "abre sus puertas" al diálogo.
Hoy en día prima el saber
colectivo, cooperativo generado entre todos los individuos de la comunidad
educativa. Una parte sustancial de la Web 2.0. es su interés por este
aprendizaje colectivo, el intento de crear una especie de “inteligencia
global”. Sin embargo, las instituciones educativas siguen “mirando hacia
atrás”, continúan aferrados al arquetipo representativo de la sociedad
industrial. No se dan cuenta de que la sociedad ha cambiado y que la enseñanza
unidireccional anclada en el “único manual de saberes” ha quedado obsoleto. El
conocimiento se construye entre todos, “todos aprendemos de todos” en el
ciberespacio y en la vida real. Se valora la construcción de conocimientos
ejercida a partir de la colaboración, participación, intercambios, interacción,
… de todos y cada uno de los individuos. Es un aprendizaje colectivo, tanto el
emisor (profesor) como el receptor (alumno) actúan en igualdad de condiciones.
El profesor es el mediador del aprendizaje. Ya no es preciso la formación a
través de una enseñanza donde los alumnos se convertían en oyentes pasivos,
seres sumisos, callados y conformistas.
Se trata de un modelo comunicativo
basado en la igualdad entre el emisor y el receptor. Tiene sus raíces en la
teoría “emerec (émetteur/récepteur)” (Aparici, 2010:37) propuesta por el autor
canadiense Cloutier en 1973. El emerec es el punto álgido donde nacen y
retornan los mensajes, se puede considerar como “una fuente inagotable de
energía que brota permanentemente en el espacio virtual”.
Roberto Aparici
explica la “doble moral que les impone el sistema educativo a los niños y
jóvenes: dentro de las aulas practican la cultura oficial y fuera de las aulas
la cultura popular, la educación informal, las redes de amigos Facebook o
Tuenti por citar sólo dos” (Aparici, 2010:10). Los modelos populares aún no han
sido integrados en la cultura oficial. Esto provoca un desequilibrio social
entre los adelantos tecnológicos basados en la implicación individual y grupal
a través del intercambio y la interacción entre los diferentes individuos, y el
régimen autoritario que exige la recepción pasiva del alumnado.
Ante tal
circunstancia también es relevante lo que explica Iván R. Méndez en un artículo
de periódico: “Al llegar al colegio, asegura Martín-Barber, los jóvenes dejan
su cuerpo (y sus tatuajes), su memoria y su sensibilidad. Ese rompimiento sólo
puede entenderse si se asume la comunicación como ‘manera de estar juntos’ y no
como transmisión[1]”.
La verdad es que
ambas explicaciones relatan claramente el estado actual del aprendizaje de los
individuos. Cuando entran en la institución educativa entran en un terreno
aislado del mundo social y se convierten en dóciles receptores pasivos de la
enseñanza. Los nuevos artefactos tecnológicos han permitido nuevas relaciones
vinculadas al aprendizaje a través de la lectoescritura.
Martín Barbero
nos explica en un artículo titulado “Cuando la tecnología deja de ser una ayuda
didáctica para convertirse en mediación cultural” (pág. 28): “Todo lo que en el
computador hay de interfaz entre el trabajo y el juego — que es la clave de la
actividad en esta etapa de la vida (adolescencia)— es prohibido”. La cultura
oficial consigue de este modo, alejar a los adolescentes de las formas de juego y diversión de los
ordenadores. Sólo les permiten realizar ciertas tareas prediseñadas con las que
trabajar determinados aprendizajes. Por tanto, los alumnos no son “dueños” de
crear su propio aprendizaje a través de búsquedas arriesgadas en el ilimitado
mundo de Internet. Es una manera de generar un aprendizaje anclado en la
autonomía y experiencia personal. Esos conocimientos a su vez serán compartidos
y la suma del aprendizaje de todos estos individuos dará lugar a un
“conocimiento más global de la comunidad educativa”. Además, se fomenta
claramente la capacidad creativa y comunicativa, la motivación hacia el
descubrimiento y la innovación. Se entiende que estas búsquedas en Internet no
es que “sean un juego” (como el espacio del recreo) en el sentido estricto de
la palabra, sino que los individuos se convierten en seres activos de la enseñanza-aprendizaje
y se sienten motivados en la búsqueda de conocimientos para su posterior
comunicación e intercambio con el resto de los compañeros.
El mundo del
Ciberespacio es un escenario abierto, donde no existen las barreras sociales.
Cada ser humano es digno de sí mismo y puede comunicarse y realizar las aportaciones que considere
oportunas. Todos los individuos que lo anhelen pueden formar parte de este
“universo virtual” con absoluta libertad, sin ataduras sociales (clase social a
la que pertenece, etnia; entre otros) dejando a un lado la resignación y el habitual silencio.
BIBLIOGRAFÍA:
CORREA GARCÍA, R. I. (Dir.) y otros (2002): El hilo de Ariadna. Revisión crítica de los contextos educativos de la sociedad neoliberal. Dpto. Educación, Universidad de Huelva. Disponible en: http://www.uhu.es/ramon.correa/nn_tt_edusocial/documentos/docs/libros_libres/hilo_ariadna.pd
KAPLÚN, M. (1998): Una pedagogía de la comunicación. Ediciones de la Torre. Madrid.
APARICI, R. (coord.) (2010): Conectados
en el ciberespacio. Madrid.
UNED.
MARTÍN-BARBERO,
Jesús (2009). Cuando la tecnología deja de ser una ayuda
didáctica
para convertirse en mediación. En SAN MARTÍN ALONSO, A. (Coord.) Con-vergencia
Tecnológica: la producción de pedagogía high tech [monográfico en línea].
Revista
Electrónica Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la
Información. Vol. 10, nº 1. Universidad de Salamanca
[Consulta: 08/01/2012].
http://www.usal.es/~teoriaeducacion/rev_numero_10_01/n10_01_martin-barbero.pdf
ISSN:
1138-9737
Hola.
ResponderEliminarHe creído conveniente, a raíz de la lectura del "Hilo de Ariadna" compartir las reflexiones que realicé en el ensayo "Los nuevos paradigmas de la educación musical" de la asignatura "Educación y comunicación en el Ciberespacio".